
Sitio web oficial del PCTCartuja
La Dra. Emilia Gómez (MSc. Ingeniería de Telecomunicaciones, PhD en Ciencias de la Computación) lidera el equipo de Comportamiento Humano e Inteligencia Artificial (HUMAINT) en el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea, proporcionando apoyo técnico y científico a las políticas de Inteligencia Artificial de la UE y a la Ley de Servicios Digitales. También es profesora invitada en la Universitat Pompeu Fabra en Barcelona y cuenta con una amplia experiencia académica en los campos de Recuperación de Información Musical y Aprendizaje de Máquinas Centrado en el Humano.
Fue la primera presidenta mujer de la Sociedad Internacional de Recuperación de Información Musical, es miembro del grupo de expertos One AI de la OCDE y del Laboratorio Europeo de IA ELLIS. En su trayectoria cuenta con numerosos reconocimientos, como el EUWomen4Future, el Premio de la Cruz Roja a las Tecnologías Humanitarias o el ICREA Academia.
PREGUNTA: ¿Qué papel está desempeñando el JRC en la regulación europea de IA?
RESPUESTA: El JRC, como servicio técnico y científico de la Comisión Europea, ha venido colaborando con nuestros colegas abogados, que han elaborado la ley y la han negociado en el Parlamento y en el Consejo. Hemos trabajado, por ejemplo, en la terminología, que para que sea acorde con el estado de la Inteligencia Artificial, en los requisitos que se indican para los sistemas de IA o en cómo monitorizarlos. Hemos sido la componente científico-técnica del equipo que ha elaborado la Ley de Inteligencia Artificial.
P: ¿En qué otras regulaciones trabaja el JRC para la Comisión Europea?
R: Nuestro equipo da soporte también a la Ley de Servicios Digitales, que está actualmente en aplicación. Para ello se creó el Centro Europeo de Transparencia Algorítmica, que tiene su sede más importante aquí en Sevilla (en el PCT Cartuja) desde donde apoyamos el desarrollo de la regulación que afecta a las redes sociales, a los buscadores web o a las grandes plataformas que son las que usamos cada día.
P: Según la propia Comisión Europea, la ley regulará la IA en base a sus riesgos. Cuanto mayor sea el riesgo, más estrictas serán las normas. Pero, ¿se llega a tiempo? ¿Están corriendo más las empresas que la regulación?
R: Como siempre, el desarrollo tecnológico va muy rápido. Pero la Comisión Europea, Europa, sí que ha sido el primero en esta regulación, porque la Inteligencia Artificial ha traído riesgos a los derechos fundamentales: hablamos de discriminación, de privacidad, etc.
El hecho de que esta ley aplique a un sector o a una tecnología tan dinámica hace que se hayan definido unos requisitos para poder adaptarla a los nuevos retos, a los nuevos riesgos que aparezcan. El mecanismo de la ley de IA incluye ya el hecho de que varíe muy rápido.
P: ¿Cuál es el mayor riesgo de la IA?
R: El mayor riesgo es que la IA son tecnologías que afectan a muchas personas. Es decir, si desarrollas un algoritmo y lo pones en una red social, en un producto que van a usar muchas personas, cualquier riesgo que haya se amplifica mucho. Por ejemplo, si tenemos una decisión de discriminación o de información falsa que se propaga masivamente, se crean lo que se llama riesgos sistémicos: riesgos que afectan a la sociedad en su totalidad.
P: En su trayectoria la música tiene un lugar destacadísimo. Ha sido, además, la primera presidenta mujer de la Sociedad Internacional de Recuperación de Información Musical. Ha colaborado también con programas radiofónicos de divulgación musical. ¿Por qué la música? ¿Ocio, investigación, trabajo…?
R: Gran parte de mi carrera académica la he dedicado a la tecnología musical, que es la aplicación de la ingeniería al procesado de los sonidos, de la música. ¿Por qué? Porque yo tengo formación musical, además de una ingeniería de Telecomunicaciones. En mi doctorado uní estos dos ámbitos de estudio y he desarrollado, sobre todo, algoritmos de recomendación musical, como los que podemos utilizar cuando accedemos a plataformas, o los que nos recomiendan determinada música, o aquellos que, por ejemplo, cuando vemos un concierto nos pueden dar información sobre los instrumentos que se están tocando.
La música me ha permitido también estudiar el impacto social de la Inteligencia Artificial y los algoritmos, por ejemplo, en los artistas, en los músicos. También cuál va a ser el impacto en los oyentes, porque la música conlleva muchos estereotipos, emociones.
Uno de los proyectos en los que he trabajado ha sido un sistema de personalización de música para enfermos de alzheimer. La música puede tener también un uso terapéutico. Este ámbito me ha permitido estudiar la algoritmia y también la IA en un entorno con muchas implicaciones tanto en el bienestar como en la cultura.
P: En esta sección informativa del PCT Cartuja, ‘Protagonistas en Femenino’, buscamos ofrecer mujeres referentes en el ámbito de la Ciencia y la Tecnología. ¿Estamos avanzando en materia de igualdad en las carreras STEM?
R: A veces creo que estamos avanzando, porque hay una conciencia social sobre la necesidad de una mayor diversidad; porque la diversidad aporta riqueza, aporta pensar en toda la población. Pero también veo que los números, o las proporciones de mujeres en Ingeniería siguen siendo del 10%, después de todo este esfuerzo que se está haciendo. Y me pregunto qué pasa.
En el JRC tenemos un proyecto, que se llama “Diversidad en IA”, donde vemos que hay políticas, hay iniciativas, pero aún a la mujer le cuesta acceder a este tipo de estudios. Tenemos que seguir trabajando.
Creo que es primordial que tengamos a los hombres involucrados en este ámbito, porque siempre somos las mujeres las que intentamos incorporar a otras mujeres, pero todavía no hemos logrado llegar al otro 50% de la sociedad para que se haga corresponsable de la representación femenina. Lo debemos tener en cuenta sobre todo en el ámbito de la IA, donde los productos van a ser utilizados por mujeres. Por tanto, tienen que ser útiles para ellas y tienen que reflejar también su visión.
P: ¿Ayudará la IA a avanzar en materia de igualdad?
R: La IA solo es un reflejo de lo que pasa en la sociedad. Los algoritmos que entrenan en datos que están sesgados, que están diseñados por equipos sesgados, van a heredar y perpetuar estos sesgos.
La IA nos da la oportunidad de mitigar estos sesgos, o de aumentar la diversidad, pero también corremos el riesgo de que continúen la tendencia.
P: ¿Cómo animaría a las jóvenes a decantarse por profesiones tecnológicas?
R: Yo les diría, primero, que son muy necesarias: hacen falta más mujeres jóvenes en ingenierías, en desarrollos tecnológicos, en el desarrollo de las tecnologías que vamos a usar todos en el futuro. Y, segundo, que no se dejen llevar por los estereotipos. Puede ocurrir que tengan un estereotipo actual que no se corresponde con sus necesidades o con sus intereses, pero eso no quiere decir que puedan encontrar su sitio.
P: ¿Ha tenido referentes femeninos que hayan impulsado su vocación?
R: Yo tuve la suerte de que mi madre era doctora. Hizo su investigación en Ciencias de la Educación. Pero también fue una persona que sí que impulsó su carrera durante toda su vida.
También he tenido algunos referentes en mi trabajo, aunque pocos, de mujeres científicas e ingenieras. Han sido, más que nada, compañeras referentes en cuanto a su carrera o su desarrollo profesional.
Es muy importante tener referentes y saber que si una persona que es parecida a ti ha llegado a un cierto punto, tú puedes también hacerlo.