Pilar Cebolla, gerente de Cabimer: “En las charlas que doy a alumnos de Bachillerato les suelo decir que deben leer, ver películas o documentales sobre personas inspiradoras”

Pilar Cebolla es gerente en el Centro de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer). Con orígenes profesionales en el sector financiero, orientó finalmente su carrera hacia la gestión de empresas de base tecnológica intensivas en I+D+i, ocupando puestos directivos en empresas como Biomedal o Ingeniatrics Tecnologías. Muy comprometida con la difusión de la ciencia, ha participado en el programa Ciencia y Tecnología en Femenino, impulsado por PCT Cartuja. 

1.    La primera pregunta es obvia. ¿Por qué ese giro desde el sector financiero al de la tecnología y la investigación?
El sector financiero permite aprender sobre el funcionamiento de uno de los recursos más importantes para las organizaciones, sirvió para adquirir experiencia, aunque mis intereses iban más encaminados a sectores más orientados a la innovación. 

2.    ¿Qué es lo que le apasiona de su trabajo?
Me satisface poder aportar en una organización los conocimientos y habilidades que he adquirido en mi carrera profesional tan unida a la ciencia y la investigación. Por otro lado, siempre es un orgullo colaborar con personas con gran vocación y talento, y trabajar juntos en un objetivo tan loable como mejorar la salud de las personas a través de la investigación en enfermedades con gran impacto social. 

3.    Ya lleva 5 años en la gerencia de Cabimer. ¿Qué aspectos destaca especialmente del centro? ¿En qué se están centrando las investigaciones actualmente? ¿Cuál es el proyecto en el que ha trabajado en Cabimer del que se siente más orgullosa?
Cabimer es un centro mixto que depende de cinco instituciones públicas, el CSIC, la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación, la Consejería de Salud y Consumo, la Universidad de Sevilla y la Universidad Pablo de Olavide, confiriendo a CABIMER una especial complejidad en su gestión, pues normalmente, los centros mixtos integran dos o tres entidades. En él trabajamos más de 200 personas, siendo el 90% personal investigador. Los investigadores de CABIMER trabajan en líneas relacionadas con enfermedades como cáncer, diabetes, enfermedades neurológicas como ELA, Alzheimer y epilepsia, retinopatías, diversos síndromes genéticos y enfermedades metabólicas. Algunos grupos trabajan desde un enfoque de investigación básica, intentando descifrar bases estructurales y fisiológicas de la célula para comprender la enfermedad y encontrar nuevas vías para abordarla. Otros grupos trabajan en un enfoque más traslacional, utilizando el conocimiento generado para encontrar soluciones a retos relacionados con dichas enfermedades, como dianas terapéuticas, herramientas diagnósticas o fármacos para poder tratarlas de forma eficaz. Son muchos los proyectos que se desarrollan en CABIMER de los que nos sentimos orgullosos. Este año, una de mis prioridades es la promoción de la unidad de genómica de CABIMER que es la más avanzada de Andalucía, y cuenta con la última tecnología para dar servicios de secuenciación masiva, a investigadores de CABIMER y otros usuarios de centros de investigación y empresas, lo que nos ha permitido poder duplicar la facturación, consiguiendo a su vez, que servicios que investigadores compraban fuera, se contraten en Andalucía. 

4.    Como mujer del ámbito científico e investigador, ¿cree que hay suficientes iniciativas en marcha para promover el estudio de las profesiones STEAM entre las chicas jóvenes? ¿Qué consejo le darías a las mujeres que quieren dedicarse a este ámbito?
Creo que ese tipo de iniciativas siguen siendo necesarias, pues continúa existiendo brecha entre el número de alumnos y alumnas matriculados en algunas carreras STEM, especialmente en ingenierías, tecnología y matemáticas. En ciencias de la vida se está consiguiendo más equilibrio. Un estudio de la OCDE explica los motivos por los que las chicas optan menos que los chicos por carreras STEM y los agrupa en 3 bloques: menor confianza en sí mismas y en sus competencias en matemáticas y tecnologías, preferencias por las carreras con mayor orientación social y combinación de estereotipos y expectativas sociales. Teniendo en cuenta estas razones, les aconsejaría que es necesario que hagan un trabajo de mejora de autopercepción basada en datos objetivos, enfrentarse a los miedos y no dejar de intentarlo, lo cual les ayudará mucho en cualquier ámbito de la vida. En cuanto a la preferencia de orientación social, las carreras STEM pueden estar muy alineadas con un gran impacto social, mejorando la calidad de vida o haciendo transformaciones socioeconómicas a través de la tecnología o la ciencia. En las charlas que doy a alumnos de bachillerato les suelo decir que deben leer, ver películas o documentales sobre personas inspiradoras. También me gusta hacerles una pregunta sobre qué tipo de personas y/o profesionales se llevarían para crear una colonia en Marte, y la mayoría elegirían personas con perfiles de carreras STEM!

5.    ¿En qué punto se encuentra España si la comparamos con los países de su entorno en cuanto a biología molecular y medicina regenerativa? ¿Existe talento español en este campo? 
Aunque el liderazgo lo ostentan EEUU, Reino Unido y Alemania, España lleva años haciendo una investigación de primer nivel mundial en el área de la biología molecular y la medicina regenerativa. En todo el territorio nacional contamos con centros de investigación que aportan avances extremadamente relevantes tanto a nivel de generación del conocimiento como en áreas clínicas y pre-clínicas para la aplicación de resultados encaminada a mejoras en la salud de las personas. Por solo mencionar algunos, podemos citar al propio CABIMER (que entró en el ranking top 100 mundial de los mejores centros de biomedicina del mundo, según la revista Nature), y a otros centros andaluces como el IBIS, el CABD, GENYO, IMIBIC o IBIMA. Fuera de Andalucía, la lista es muy amplia, con centros de proyección internacional como CBM-SO, CIB-MS, CNIO o CNIC en Madrid; IBFG o CIC-Cáncer de Salamanca; IRB o CRG de Barcelona; bioGUNE en Bilbao; IBBTEC en Santander; IBV en Valencia, y muchos otros. Comparando CABIMER con centros europeos semejantes, observamos que, teniendo un presupuesto inferior, se ha conseguido similares ratios de productividad/presupuesto y productividad/personal.

En cuanto al talento, hay científicos españoles que contribuyeron a grandes avances en este campo, como Margarita Salas, y científicos destacados muy bien posicionados a nivel mundial, como Manuel Serrano, María Blasco, Xosé Bustelo, Ángela Nieto o Andrés Aguilera, Director de CABIMER, que cuenta con varios importantes premios en su haber, como el Premio Francisco Cobos, el Premio Carmen y Severo Ochoa y el Premio Nacional de Genética el pasado año. España es actualmente, y así ha sido durante las últimas décadas, una gran escuela de formación de investigadores en el campo de la biología molecular. Y hemos generado y exportado este talento durante años. Sigue pendiente la eterna tarea de que nuestra sociedad se convenza de que España es un país de generación de conocimiento y se consiga una mayor inversión en investigación que permita recuperar el talento generado y expatriado y podamos ser también receptores del talento internacional.